Julio

El sofocante calor  no fue más que un indicador que nos alertaba de que ya había llegado julio; el mes de los días largos y noches cortas, del comienzo de vacaciones para muchos, y el mes  de la partida a Bolivia para nosotros. Con su llegada dejamos de contar el tiempo que quedaba para realizar nuestro viaje en años, que después se convertirían en meses, para contabilizarlo en semanas. 

Y así es como nos encontramos hoy. Apenas quedan diez días para embarcarnos en el avión que nos llevará a nuestro destino, y todavía quedan infinidad de detalles que ultimar, decisiones que tomar y maletas que llenar. Todo ello acompañado de altas dosis de emoción, ganas, miedos y sentimientos encontrados. También por gente que nos apoya incondicionalmente, amigos y familia que deben ya estar hartos de este monotema en el que se ha convertido nuestro viaje. Y no podríamos olvidarnos de tanta gente conocida que ha mostrado su solidaridad hacia nosotros, animándonos en la tarea de llevar a cabo nuestro proyecto, proporcionándonos material necesario y ofreciéndonos la más sincera de sus sonrisas. 

Y cómo no, gracias a todos vosotros por pasaros por este pequeño rincón, por leer estas líneas, por interesaros por nuestro proyecto.